Tres caballos, una historia interesante
TRES TIPOS DE CABALLOS:
UNA HISTORIA INTERESANTE
Cierta vez le preguntaron a un sabio: ¿Cómo considera que son los seres humanos? De acuerdo a sus aptitudes de templanza (hoy diríamos resilientes). Y dijo:
“Según su capacidad de percibir y prepararse para la adversidad los seres humanos son como tres tipos de caballos de tiro. El más astuto es el caballo que siente la huasca o el látigo venir y golpear en el aire y corre antes de ser azotado. El segundo tipo de caballo son aquellos que al dar el látigo o huasca en su piel, trota y corre. El tercer tipo de caballos es el cual el látigo le hace huella, le duele, le saca sangre y entonces trota o corre. La mayoría de los seres humanos son como el caballo del tercer tipo. Corren (cambian) cuando tienen un dolor intenso, les sale sangre (con el látigo que pega duro en su carne). Los sabios aman mucho al tercer tipo de caballo, su compasión y misericordia es mayor por este tercer tipo de caballo o de seres humanos”.
Un Monje Zen lo ha dicho así: “No toques el mal, no te apegues al bien. Permanece en el instante presente” (el ahora)”[1]
[1] Patricio Goycoolea. Alias Jikusan Monje Zen.
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