4/27/2006

Puentes de Confianza


Puentes de Confianza
Servicios de Bienestar Radiante


Un mundo que se fue
Vivimos en un mundo y realidad de gran incertidumbre, a veces de miedo. Corriendo en apuro frenético de aquí para allá, presionados por el trabajo, la familia, el dinero o muchas otras circunstancias, muchas veces logrando nuestras metas, muchas veces no, en el apuro hemos perdido la tranquilidad.


¿Tranquilizar-nos?
Por eso, ya no sabemos cómo tranquilizarnos sin recurrir a un trago con alcohol.
Estamos muchas veces confundidos por no comprender hacia dónde van los acontecimientos y cómo surgió tanta confusión, competitividad, y demás. Hemos perdido la alegría, a veces cayendo en el desánimo, la depresión, incluso la desesperación ocasional. Las comunidades tradicionales en las que habían confiado las gentes se han debilitado. Casi hemos perdido la confianza en las comunidades, y ciertamente en muchas instituciones que nos sostenían en creencias, en hábitos, en emociones y rutinas.

El Poder del Ahora y del T E A C.
El ahora, el momento presente es una dimensión que PODEMOS recuperar, es donde ESTA una poderosa salida, un alivio balsámico, una oportunidad de crecer, de compartir, el poder de lo que estamos llamando T E A C.

Hay solución, se trata de recuperar la confianza y de recuperar el bienestar. De hecho esto es mejor que salud, es bienestar. Pero es sutil, suave, tal vez misterioso, pero ciertamente posible, a nuestro alcance. Siempre y cuando hagamos de ello lo central en nuestra vida. En mi experiencia de vida de casi sesenta años son cuatro pasos, cuatro condiciones, cuatro experiencias. Aquí van

T por Aprender a Tranquilizar-nos

Si nos perdemos el momento presente, nuestra vida llega a ser miserable. Llegamos atrasados al futuro y lloramos el pasado una y otra vez. Como una pesadilla. Vivimos apesadumbrados por un pasado lleno de resentimientos y perdidas y de un futuro atroz e incierto que nos aterra o llena de ansiedad. No basta con relajarnos, esto es solo el primer paso. Debemos aprender a tranquilizar-nos. Nadie lo puede hacer por nosotros. Ni un buen trago, ni una buena música o la playa más deliciosa. Es una actitud personal e interior, es una actitud emocional que hay que CULTIVAR o aprender y reforzar. Hay muchas formas de tranquilizarse naturalmente: caminar, hacer yoga, gimnasia conciente, Tai Chi, meditación, hacer oración, hacer servicio comunitario, hacer artesanía, muchas formas. Generalmente no las tomamos en serio.

E por Entender o comprender dónde estamos y por qué estamos en el mundo que estamos. Cómo llegamos aquí a esta situación y para dónde van los acontecimientos del mundo, y de las personas y del planeta. El mundo moderno y las grandes ciudades en particular son los ambientes más inhóspitos e insoportables y de peor calidad de vida. Pero DEBEMOS vivir en ellos. La complejidad aparente del mundo, de la sociedad, del planeta es más SIMPLE de lo que parece. Pero necesitamos GUIA para entender que detrás de la complejidad hay una simplicidad profunda y benéfica. No se trata de ir a la universidad ni de tener un post grado. Nada de eso. Se trata de escuchar y aprender a escuchar-nos, y de formar redes y comunidades de trabajo, apoyo mutuo y de aprendizaje.

A por Aprender a Alegrar-nos. Aprender a recuperar la alegría de vivir y compartirla. Los hombres de las cavernas, las campesinas de la edad media, los astronautas modernos y los bancarios, necesitamos lo mismo: alegría de vivir, amar y ser amados. Pero esto NO TIENE valor comercial. Como no se VENDE, tampoco se COMPRA ni menos se cultiva. Casi nadie se lo toma en serio, y solemos creer que la alegría la podemos conquistar CONTROLANDO o CONSUMIENDO. Pésimo camino. La alegría viene de la sencillez, de la honestidad, de la lucidez, de saber tranquilizarnos y de servir. Lo demás es alegría química: “pitos”, droga artificial y mal usada, evasión y juerga fácil.

C por Compartir en comunidad. Servir y cooperar
A una comunidad enferma corresponden individuos enfermos, a instituciones enfermas que albergan o nutren a comunidades que se enferman, llegamos a tener personas enfermas del espíritu: tristes, evasivas, consumistas, asustadas, culpables y avergonzadas. Servir a otros CON ALEGRIA y conciencia es el mejor camino para alegrarse, de tranquilizar-nos, de comprender.
No es complejo
¡Se puede!

Ya lo dijeron... y lo mostraron...hace miles de años
Hace dos mil años esto mismo fue enseñado como las Bienaventuranzas por Jesús en el Sermón de la Montaña, hace 25 siglos atrás fue susurrado a unos poco como la cesación del sufrimiento por el señor Buda. Hace varios siglos atrás por San Francisco de Assis al hablar a los animales y al hermano sol, hace unas década por Madre Teresa de Calcuta a los pobres miserables que morían en la calles. Hace unas décadas con una lucha sin fin por la paz de Mahatma (gran Alma) Gandhi en India oponiéndose a la opresión y al abuso del colonialismo, hace unos años por la cruzada libertaria del Nelson Mandela en contra de la segregación racial oprobiosa, hace unas décadas atrás por Martin Luther King proclamando su Tengo un Sueño de liberta contra el racismo en América del Norte, en fin. Suma y sigue.

Se puede.
Necesitamos guía.

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