El Arte de Esperar Concentrado
Las peleas de perros en Afganistán son muy populares y publicas. Hace poco en Febrero 2008 explotó una bomba presumiblemente del terrorismo fundamentalista de las guerrillas Taliban y mató muchas personas que asistían a esta pelea de perros.
Las corridas de toros son legales en España y México y causan pasión y deleite de multitudes. ¿Podríamos decir tal vez que son el despliegue de la furia y desorientación del toro y su rabia, versus la agilidad, entrenamiento del torero y sus ayudas?
En otros lugares las peleas de gallos aun son legales, y movilizan [la pasión cruel] de multitudes.
Las películas violentas y de terror suelen producir fascinación en muchas personas. Películas violentas como: como Termiantor, RoboCop, Rocky y terror como The Ring ( El Aro,
Las películas de terror no son nuevas del monstruo Frankesntein (El Nuevo Prometeo) tuvieron su época pasada, aunque el libro fue escrito hace mas de cien años atrás, bajo seudónimo por una mujer inglesa (Mary Shelley) , que intuyó la mecanización de un sistema que va “moliendo” “aplastando” y transformando a los seres humanos en casi autómatas. Visiones similares tuvieron en el cine clásico en el siglo pasado el comediante Charles Chaplin con Tiempos Modernos [ver video clip] (aunque lleno de humor) y en forma lúgubre las novelas de Franz Kafka
Muhamad Ali, dicen que convirtió el Box de un deporte mediocre y bajo en una taquilla millonaria. Hacia del boxeo un espectáculo: insultaba al contrincante, se mofaba de el, movilizaba el nudo de las paciones de las multitudes. Dicen que revigorizó el box de un deporte secundario a uno de multitudes. Tan bien fue unos de los primeros norteamericanos que se había convertido al Islam, la religión de mayor crecimiento en Estados Unidos.
Matarse, herirse, la crueldad masiva, ver correr sangre, parecen ser un ancestral juego social que hipnotiza multitudes.
La antigua película El Karate Kid, tiene muchas lecciones:
- Disciplina ancestral, saber esperar, saber “obedecer”, saber confiar.
- No aceptar el abuso del “matonaje” y del abuso de las pandillas juveniles.
- Confiar en la sabiduría de los mayores que son sabios
- Entrenarse día y día, confiar en que puedo aprender incluso cuando duermo o estoy distraído.
- No perder la paciencia
- No dejarse llevar ni por el orgullo ni por la rabia
- No contentarse con el triunfo, no desanimarse con las derrotas
- Ganar y perder son efímeros, vanidad y depresión son efímeros también.
- La naturaleza SIEMPRE “tienen la razón”: el agua, el viento, el aire, el fuego son el libro silencioso del cual la ciencia, el arte y las religiones aprenden día a día.
- La muerte y el fracaso son los grandes maestros que nos hacen humildes
- Detrás de la vulnerabilidad que somos o de la crueldad que desplegamos en conjunto. Hay mucha ternura, amor, dedicación, talento y esfuerzo común.
- Muchas otras lecciones…
- No competimos con otros ni CONTRA otros, competimos por superarnos a nosotros mismos
- Creer que sabemos cuando en verdad NO sabemos, pero podemos aprender
Lo dice la neurobiología…incluso en las organizaciones mundiales de grandes empresas ha UN PUNTO CIEGO (BLIND SPOT) del liderazgo
Lo más penoso, pero lo más común es “creer que sabemos”, es acoger la humildad de aceptar que generalmente NO sabemos, nuestro conocer es tentativo. La neurobiología indica que en millones de años, estamos programados para SOBRE VIVIR y vivir en comunidad, no necesariamente para CONOCER o saber con exactitud ni al primer intento (o al décimo intento).
Conocer y saber son tentativos, lento, impreciso, perfectible…LO UNICO en común que tienen todas las empresas exitosas y emprendedores es que PERSEVERAN…a pesar del éxito, a pesar de los fracasos. De hecho SIN fracaso no hay aprendizaje. Lo que a unos los derrumba, a otros los fortalece, lo llaman RESILIENCIA.
Quizás las peleas de perros, de gallos, corridas de toros y sangrientos combates y las películas violentas y de terror…reflejen ese MIEDO DE MORIR, como si quisiéramos exorcizar en grupo, al ver la crueldad desplegada frente a nuestros ojos…la torpeza individual, el vacío de querer GANAR, el dolor de NO QUERER o no saber “perder”.
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